Mi cárcel no tiene rejas y mi cadena son los grilletes y mi caso como otros muchos no es cosa de estar callado, aunque evitase la tragedia de muchos malos hombres que hacen caer a niños inocentes metidos donde no deben en busca de sensaciones.
Mi cárcel no tiene rejas pero yo me encuentro preso cautivo de mis propios errores, esclavizado por el vicio que no me dejan tranquilo, ni de día ni de noche.
Las malas sensaciones de placeres, esos que han ido cambiándose por dolores, dolores intensos que no me dejan tranquilo. El pan del necesitado es robado impunemente y con lo que he sacado en un trueque, en una esquina he dejado en paz mis venas.
Rejas de pena me tienen preso, cadenas de dolores aman mi mente, esclavizados en la droga matando la vida de mi padre y mi madre que son los que me dieron la vida y pienso si algún día podrán perdonarme.
Maldita heroína
Escrito por Jesús
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