Queridos amigos y padres:
Os quiero hablar un poco más de este infierno que es la droga, que aunque parezca algo que nunca nos va a tocar siempre estamos en el bombo.
Os animo a qué si por desgracia tenéis algún ser querido o conocido metido en este infierno, lo primero que tenéis que hacer es apoyarlo y aconsejarle que se ponga en manos de profesionales, porque ellos siempre lo van a negar o quitarle importancia y os aseguro que por mucho que os digan y os quieran convencer, la droga es la mayor escuela de teatro que existe, lo digo por experiencia, porque en mi caso si yo le hubiera hecho caso a mi familia ahora no estaría aquí en La Quinta y no hubiera perdido a mi familia ni a mis amigos.
Pero lo que quiero que sepáis es que este camino lleno de espinas tiene fin, y lo más importante es que ahora por primera vez, desde que empecé este calvario para mí y mi familia, ahora estoy viendo el primer punto de luz dentro del túnel y os aseguro que cuando uno ve en la oscuridad del túnel un pequeño rayo de luz nos agarramos a el él para seguir con más fuerza, para ser otras personas y para demostrarnos a nosotros mismos que podemos y debemos cambiar.
Con esto no os quiero decir que ya esté todo hecho, sino todo lo contrario. Es un camino que acabo de empezar y que va a durar toda mi vida, que es una cosa que antes no tuve en cuenta y por eso volví a recaer.
Por eso ahora voy a dando pasos cortos pero seguros teniendo claro que lo voy a conseguir y ser un nuevo padre.
Escrito por Alfredo.
lunes, 16 de mayo de 2011
UN PESCADOR EN UNA COMUNIDAD TERAPÉUTICA...
Hola a todos.
Soy Miguel y durante dos años he ejercido la profesión de pescador donde hay un gran riesgo, aunque no lo parezca. para la maldición de la droga.
Cuando estaba pescando fuera de casa no pensaba que tonteando con la fiesta iba a caer en este problema.
He sido muy criticado por las mismos personas que hacían lo mismo que yo, ya que lo querían ocultar. Me sentía por tanto marginado por la gente de mi pueblo y no entendía el porqué.
Recuerdo con frecuencia la muchacha de la que estaba enamorado y que como consecuencia del tema de la droga perdí, pero puede que algún día recupere. Maldita droga, que hice que se alejara de mí. Es cierto que hay muchas mujeres pero yo pienso que lo que sentí con ella no lo he vivido con ninguna otra.
En ese momento me hundí llegando a una recaída muy jodida, llegué a vivir en la calle. Tengo que valorar lo que quiero en esta vida. Voy a vivir la vida si ninguna droga con mi familia y las persona que me acepten, y por eso he ingresado en la comunidad terapéutica NOESSO, para alcanzar aquello que deseo.
Escrito por Miguel el de Murcia.
Soy Miguel y durante dos años he ejercido la profesión de pescador donde hay un gran riesgo, aunque no lo parezca. para la maldición de la droga.
Cuando estaba pescando fuera de casa no pensaba que tonteando con la fiesta iba a caer en este problema.
He sido muy criticado por las mismos personas que hacían lo mismo que yo, ya que lo querían ocultar. Me sentía por tanto marginado por la gente de mi pueblo y no entendía el porqué.
Recuerdo con frecuencia la muchacha de la que estaba enamorado y que como consecuencia del tema de la droga perdí, pero puede que algún día recupere. Maldita droga, que hice que se alejara de mí. Es cierto que hay muchas mujeres pero yo pienso que lo que sentí con ella no lo he vivido con ninguna otra.
En ese momento me hundí llegando a una recaída muy jodida, llegué a vivir en la calle. Tengo que valorar lo que quiero en esta vida. Voy a vivir la vida si ninguna droga con mi familia y las persona que me acepten, y por eso he ingresado en la comunidad terapéutica NOESSO, para alcanzar aquello que deseo.
Escrito por Miguel el de Murcia.
FUI UN CAÍDO PERO NO UN VENCIDO
Os voy a relatar una experiencia vivida aquí en La Quinta.
En muchas ocasiones salimos de excursión y eso para nosotros que estamos aquí dentro es una bocanada de aire fresco que nos entra en el corazón.
Hace una semana el equipo técnico nos preparó una excursión al Puerto de la Ragua, que sino lo sabéis es un puerto que atraviesa Sierra Nevada entre Granada y Almería, aprovechando que un chico que estaba haciendo aquí las practicas, del cual yo personalmente tengo mucho que agradecer por lo bien que se ha portado conmigo y los buenos consejos que me ha dado, nos lo aconsejó.
Sobre las once de la mañana nos montamos los nueve usuarios en la furgoneta y partimos hacia el Puerto, cuando llegamos arriba estaba todo nevado. Una autentica maravilla al ver el verde de los pinares recubierto de nieve. Os animo a quien no lo conozca se de una vuelta por allí y se quedara maravillado del paisaje.
Lo que más me impresiono es que había compañeros y compañeras que nunca habían visto nevar y ni tan siquiera tocado la nieve y ¡madre mía! . ¡Que cara de felicidad aquel día! Pudimos disfrutar de la nieve como niños pequeños.
Sólo por el recuerdo de aquel día, durante mucho me sentí como una persona mucho más normal e integrada en la sociedad, porque el comportamiento de todos fue ejemplar tanto el nuestro como el del personal del Puerto.
Un monitor se encargó de enseñarnos varias rutas y pistas y pudimos disfrutar de un día inolvidable.
Con esto os quiero decir a todos los que tenemos problemas con la droga que para pasárselo bien no es menester drogarse. Para estar bien con poco y mucha ilusión se pueden hacer cosas maravillosas que luego cuando esté en la calle podre hacer con mis hijos y disfrutar con ellos lo que no he hecho hasta hora por la culpa de la maldita droga.
Espero poder recompensarlos algún día con creces.
Escrito por Alfredo.
En muchas ocasiones salimos de excursión y eso para nosotros que estamos aquí dentro es una bocanada de aire fresco que nos entra en el corazón.
Hace una semana el equipo técnico nos preparó una excursión al Puerto de la Ragua, que sino lo sabéis es un puerto que atraviesa Sierra Nevada entre Granada y Almería, aprovechando que un chico que estaba haciendo aquí las practicas, del cual yo personalmente tengo mucho que agradecer por lo bien que se ha portado conmigo y los buenos consejos que me ha dado, nos lo aconsejó.
Sobre las once de la mañana nos montamos los nueve usuarios en la furgoneta y partimos hacia el Puerto, cuando llegamos arriba estaba todo nevado. Una autentica maravilla al ver el verde de los pinares recubierto de nieve. Os animo a quien no lo conozca se de una vuelta por allí y se quedara maravillado del paisaje.
Lo que más me impresiono es que había compañeros y compañeras que nunca habían visto nevar y ni tan siquiera tocado la nieve y ¡madre mía! . ¡Que cara de felicidad aquel día! Pudimos disfrutar de la nieve como niños pequeños.
Sólo por el recuerdo de aquel día, durante mucho me sentí como una persona mucho más normal e integrada en la sociedad, porque el comportamiento de todos fue ejemplar tanto el nuestro como el del personal del Puerto.
Un monitor se encargó de enseñarnos varias rutas y pistas y pudimos disfrutar de un día inolvidable.
Con esto os quiero decir a todos los que tenemos problemas con la droga que para pasárselo bien no es menester drogarse. Para estar bien con poco y mucha ilusión se pueden hacer cosas maravillosas que luego cuando esté en la calle podre hacer con mis hijos y disfrutar con ellos lo que no he hecho hasta hora por la culpa de la maldita droga.
Espero poder recompensarlos algún día con creces.
Escrito por Alfredo.
UN MÚSICO SIN RUMBO
Me llamo Andrés y soy de Murcia.
Con tan solo ocho años empecé a estudiar música en el Conservatorio de Orihuela (Alicante).
Me especialice en trompeta, instrumento que también toca mi hermano mayor, Jose Julian. Mi padre toca los platillos, pero desde que era también un niño tocaba la trompeta, que dejo de tocar. Yo con tan solo ocho años ya tuve mi primera trompeta y empecé a tocar en la charanga Los Flamencos de Alquerías.
Ahora mismo tengo treinta y tres años y he viajado por casi toda España tocando en las fiestas de los pueblos.
El viaje que mas me impacto fue cuando fui a la Expo de Sevilla en el año 92 a tocar tres días y dos noches. Me encanto Sevilla, ciudad a la que algún día volveré a ir.
A los quince años empecé en la charanga a fumar mis primeros porros y luego con el tiempo, iba con compañías equivocadas, y comencé a probar la cocaína. Droga que me ha traído muchísisimos problemas en la vida. Por culpa de la cocaína perdí muchas cosas: pareja, objetos de valor, mi familia, mis amigos y como os comentaba antes con lo de la musica, vendí mi trompeta, que me costo un riñón, y la vendí por dos duros para poder drogarme.
Ahora llevo diez meses sin poder tocar ese instrumento que de siempre me gusto y añoro muchísimo poder volver a tocar algún día.
Ahora mismo estoy en una Comunidad Terapéutica, La Quinta, en la provincia de Almería y después de muchísimos intentos. ¿Qué he conseguido? Nunca he podido dejar la droga.
Ahora me queda el ultimo cartucho para poder recuperar todo aquello que he perdido y de una vez ser un hombre de los pies a la cabeza.
Me despido con un fuerte abrazo de parte de Andrés Garre.
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